viernes, 15 de octubre de 2010

Tristeza y melancolía

Una vez analizado el humor habrá que hablar de sus opuestos, la tristeza, la melancolía, el llanto. Sentimientos individuales que utilizan la música como alivio, como forma de expresión. Ya vimos, en la entrada anterior, que la música cómica se utiliza para causar una reacción en el oyente, es su fin principal. Sin embargo en el tema que nos ocupa hoy, esto pasa a un plano secundario. No podemos decir que el compositor de piezas tristes no busque esa conexión entre el público y su composición, pero lo que en este caso hace el músico, generalmente, es mostrarnos cómo se siente, en una palabra, desahogarse.

Como ejemplo podemos poner el movimiento romántico del siglo XIX. Esta corriente afectó también a otros ámbitos artísticos, pero en música supuso una gran revolución. El Romanticismo exaltaba los sentimientos y las emociones individuales, en música podemos poner el ejemplo del pianista polaco Frédéric Chopin. Chopin tenía un particular carácter melancólico, que probablemente tuvo algo que ver con su frágil salud y con la muerte de su hermana cuando era pequeño. Todas sus composiciones son para piano y están marcadas por un profundo carácter lóbrego, triste y oscuro, que sin duda expresaban el dolor de su alma. Para Chopin la música era una forma de comunicarse mejor que la palabra, porque a pesar de su perfil tímido la profundidad de sus sentimientos era más fácil de explicar con sonidos. 

Pero no fue el único que buscó en la música una forma para evadirse, otros compositores románticos de siglo XIX, se caracterizan por piezas tristes que llegan al corazón de oyente. Robert Schumann por ejemplo suele representar en sus composiciones dramas y pasiones y su vida está marcada por periodos depresivos. No es una coincidencia que muchos de estos compositores tengan una forma de ser similar, que tiende a la depresión en algunos casos, y eso es lo que caracteriza sus composiciones.

En el ámbito actual también encontramos ejemplos de canciones bastante tristes o pesimistas sin poder decir que sus compositores lo sean. Es el caso de Joaquín Sabina y su canción "A mis cuarenta y diez", que como él mismo dice no es comercial, cuenta sus sentimientos en un determinado momento de su vida. Son interesantes también, la canción "Balada triste de trompeta" de Raphael y "November" del músico americano Tom Waits . Ambas son melancólicas y tristes y enmudecen al oyente al escucharlas , les hace partícipes del mismo sentimiento que preocupa al músico.

Los enlaces utilizados en esta entrada son, por orden: interno,unidireccional (aunque dentro de la página a la que nos lleva hay enlaces bidireccionales), los de Chopin y Schumann son de contexto, los tres últimos son externos.

No hay comentarios:

Publicar un comentario